Antigüedad de la Fiesta de San Marcos

   Posiblemente por tradición y cultura romana, en la Villa Romana de Los Baños, primitivo núcleo de Arroyo del Ojanco, se celebraban hace 2000 años las fiestas que ahora llamamos de San Marcos, en honor del dios pagano Robigo, el dios del Tizón. A partir del siglo VI el testigo de estas fiestas lo cogieron otros pueblos y lugares con otra advoción, la fiesta de la Rogativa o San Marcos Evangelista. Hasta las fechas recientes deprincipios del siglo XX que volvimos, aquí en Arroyo del Ojanco, a celebrar estas singulares fiestas. Arroyo del ojanco comienza a celebrar sus fiestas propias a finales del XIX o comienzos del siglo XX.

   Cuenta la tradición que el Domingo de Resurrección se seleccionaban las reses aptas para las fiestas. Algunos propietarios de los animales, al ser vecinos del pueblo de Beas de Segura, pero al tener sus propiedades agrícolas en Arroyo del Ojanco, se veían en un dilema, al ir las cuadrillas de uno y otro pueblo a pedirles el ganado. Nace entonces la costumbre de soltar las vacas, que irán a aquella fiesta, cuyos mozos sean capaces de coger y ensogar la vaca a pecho descubierto. Este acto de generosidad y valentía de los mozos de nuestro pueblo, se ha mantenido hasta nuestros días, puesto que aunque ninguno se juega la vida para ensogar una res en el campo, son muchos los que a través de "Las Peñas" hacen un gran esfuerzo económico y personal para traer las reses que todos disfrutamos en San Marcos.

   Acabada la fiesta al día siguiente por la tarde, se liberaba el ganado de los sogueros.

Huían hacia sembrados próximos, donde permanecían mientras su dueño no los necesitara. Privilegio que tenían todos los toros y vacas de San Marcos, junto con el de circular por los caminos durante todo el año, sin llevar el bozal puesto. Después de la guerra civil, se mezclan en la fiesta las reses bravas con las de labor, al ir faltando éstas por la mecanización del campo.

   Arroyo del Ojanco comienza a celebrar sus fiestas a comienzos del pasado siglo; hasta los años cuarenta las reses que se corrían eran las que se utilizaban en las labores agrícolas, más mansas que las de ahora, aunque daban grandes sustos porque se conocían todas las triquiñuelas ya que repetían fiestas varios años seguidos, y los bovinos tienen gran capacidad de aprendizaje. Todos los animales no servían, puesto que estas razas; como la raza Pajuna o las razas Berrenda en Negro o Berrenda en Colorao, nunca se han seleccionado para embestir, sino todo lo contrario se seleccionaban sobre todo por su nobleza, actitud esta que no tiene porqué ir desvinculada de la bravura.

   Este tipo de festejos taurinos, cuyo denominador común es que el toro va ensogado, lo introdujeron los romanos en la Península Ibérica, aunque en esta comarca se conocen datos de estas fiestas en la época de Felipe